ABRE MIS OJOS SEÑOR...

Para aquellos hombres y mujeres que fueron transformados por la fuerza de la resurrección (¡y también para nosotros!), la Palabra de Dios, la Biblia, se convierte en un manual de instrucciones obligatorio para llegar a ser feliz.
Apoyándonos en la Palabra es como conseguimos captar todo el sentido, toda la belleza, de la experiencia que Cristo nos ofrece.
Abre mis ojos, Señor, para que vea la vida con tu luz. Abre mi corazón para que me sienta amado con tu amor. Abre mi mente a tu Palabra que es orientación y alimento.

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