•STATIO: Antes de comenzar el encuentro con el Señor a través de su Palabra, pedimos la luz y la fuerza al Espíritu Santo. Espíritu Santo, abre mis ojos para que vea la vida con tu luz. Abre mi corazón para que me sienta amado con tu amor. Abre mi mente a tu Palabra que es orientación y alimento. Ayúdame a olvidarme de todo lo que me impide escucharte: la música, la publicidad, mi imaginación… que este momento sea un apoyo para seguir caminando. AMÉN • LECTIO: Lectura del pasaje Gálatas 5,13-15 Leemos el texto de forma personal, varias veces para que nos vaya empapando y penetre nuestro corazón. Es cierto, hermanos, que habéis sido llamados a la libertad. Pero no toméis la libertad como pretexto para vuestros apetitos desordenados; antes bien, haceos esclavos los unos de los otros por amor. Pues toda ley se cumple, si se cumple este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, acabaréis por an iquilaros mu
Una de las características de nuestro carisma benedictino es que, al igual que la mayoría de las comunidades de vida consagrada, rezamos el Oficio Divino. Pero, ¿qué es el Oficio Divino? ¿Tiene sentido rezar la Liturgia de las Horas en pleno siglo XXI? El Oficio Divino es como la savia que alimenta la comunidad, nos va marcando las horas, el paso del día consagrado a Dios, a través de él podemos estar en continua oración y tenemos la oportunidad de dejar a un lado nuestros quehaceres para centrarnos en lo verdaderamente importante en nuestra vida: Dios. San Benito le da una importancia vital, para él es la concreción más explícita de la búsqueda de Dios, de la vocación. Tenemos que tener conciencia de que el Oficio Divino es la llama del amor de la Iglesia, de nosotros depende que siempre permanezca encendida, es como la lámpara que está en el sagrario, no podemos dejar que se apague la llama. Es recomendable rezarlo en comunidad, ya que forma parte de la oración común, es muy b
MONASTERIO DE MM. BENEDICTINAS CUENCA SAN BENITO San Benito, Patriarca de los monjes de Occidente, nació a finales del siglo V. Cuanto conocemos de su vida y obra se lo debemos a San Gregorio Magno que le dedicó el Libro II de sus Diálogos. San Benito de Nursia fue un “verdadero gigante de la Historia” (Juan Pablo II). Su figura “resplandece fulgurante como astro en medio de las tinieblas de la noche y es honra de Italia y de toda la Iglesia” (Pío XII). Escribió una Regla de vida monástica que “es el más excelente tratado de vida ascética que ha perseverado incólume durante siglos y conserva su lozanía en el momento actual” (Cardenal Marcelo González Martín). Nuestro Monasterio de Benedictinas vive según esta Santa Regla, eminentemente cristocéntrica. HISTORIA El Monasterio de Madres Benedictinas de Cuenca fue fundado, bajo la advocación “Santa María de la Expectación”, por el Doctor Don Pedro de Vamonde, Obispo entonces de Mondoñedo, el 5 de agosto del año 1448.
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