DOMINGO DE RAMOS

 

ORACIÓN, DOMINGO DE RAMOS

Mi querido Señor Jesús, hoy quiero acompañarte en tu entrada triunfal en Jerusalén. Quiero estar allí, contigo, alabarte, admirarte entrando a la ciudad Santa con la grandeza de un rey y con la humildad de un hombre sencillo, montado en un joven asno.

¡Qué contraste! El más grande y a la vez el más humilde.

Me estás enseñando con tu ejemplo, lo que alguna vez dijiste de palabra: “Porque todo el que se ensalce será humillado y el que se humille será ensalzado” (Lc. 14.11).

Entraste a Jerusalén sabiendo que todos aquellos que te alababan y te recibían calurosamente, en unos cuantos días te voltearían la cara.

Entraste a la gran ciudad sabiendo que allí ibas a cumplir la misión que tu Padre te había encomendado: entregar tu cuerpo al tormento y derramar tu sangre para salvarme, y por tus méritos, abrir para mí las puertas de tu reino.

Gracias Señor por tu valentía, gracias por tu generosidad, gracias por tu entrega pero, sobre todo, gracias por tu amor, ese amor infinito que solamente tú me puedes prodigar.

Quiero iniciar esta Semana Santa en unión contigo, acompañándote en tu angustia, compartiendo tus sufrimientos y agradeciendo tu determinación para vencer el pecado y salvarme.

Te acompaño, querido Jesús y te pido que me ayudes a vivir en el amor, en la generosidad, en la entrega al servicio de quienes me rodean, para poder acompañarte no sólo en tu pasión, sino también en tu resurrección.

Concédeme la fortaleza que necesito para seguir tus pasos.

Amén.

(https://jovenes.basilicasanildefonso.es/?p=17927)

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